Las palas de pádel se pueden clasificar en función de diferentes criterios: en función de su molde, en función de su balance, en función de su dureza, etc.
En el artículo de hoy el equipo de Alkemia Pádel nos explica la clasificación de las palas de pádel en función de su dureza, pudiendo distinguir dos tipos de palas: las palas blandas, y las palas duras.
¿Qué determina la dureza de una pala de pádel?
La dureza de las palas viene determinada principalmente por dos factores: la goma que utilizan en su núcleo, y la fibra que utilizan en sus caras.
La goma que utiliza las palas en su núcleo es siempre una goma foam, que recibe este nombre por su estado espumoso.
Dentro de las gomas foam, hay gomas con menos densidad (las conocidas como gomas polietileno), que dan un tanto más blando a las palas, y gomas más mayo densidad (las conocidas como goma Eva), que darán un tacto más duro.
Los principales materiales que se utilizan en las caras de las palas de pádel son la fibra de vidrio, que toda a la pala de un tacto más blando, y la fibra de carbono, que dota a la pala de un tacto más duro. Dentro de las fibras de carbono, cuantos más filamentos (el número K que acompaña al carbono) tenga el carbono, más duro será.
Diferencias entre palas blandas y palas duras
Una vez que ya sabemos lo que determina la dureza de una pala, vamos a explicar las diferencias entre las palas blandas y las palas duras:
La potencia
Las palas duras son palas más potentes en los remates que las palas blandas. Esto se debe a que las palas blandas, cuando rematamos, se ablandan más que las palas duras, entrando más la bola en las caras, lo que hace que absorba parte de la fuerza que ejercemos, y por tanto restando potencia en el golpe.
La salida de bola
Las palas blandas tendrán más salida de bolas desde fondo de pista que las palas duras.
Como explicamos antes, en las palas blandas entra más la bola que en las palas duras, lo que da lugar a un efecto multiplicador de potencia en golpes de baja velocidad como los golpes desde fondo de pista, lo que es conocido como una alta salida de bola.
Las palas duras, por el contrario, requieren que ejerzamos mayor fuerza, ya que carecen de efecto multiplicador en estos golpes de baja velocidad.
El control
Las palas duras nos dan mayor control que las palas blandas. Esto se debe a que en las palas blandas, al tener mayor salida de bola, se hace más complicado colocar la bola donde queramos, ya que el efecto multiplicador de estas palas hace que la colocación de la bola no dependa solo de nosotros, sino que la salida de bola de pala también influya, dificultando colocar la bola exactamente donde queremos.
En las palas duras, por el contrario, como somos nosotros los que tenemos que ejercer la fuerza, la bola saldrá de una forma más sencilla hacia donde nosotros queramos.
Facilidad en el juego
Las palas blandas están recomendadas para jugadores que no tienen un nivel muy avanzado, ya que su buena salida de bola hace que sea más fácil devolver las bolas desde el fondo de pista y darle profundidad a las voleas y a las bandejas sin tener que ejercer demasiada fuerza.
Las palas duras, al exigir mayor fuerza del brazo, están recomendadas para jugadores con un nivel más avanzado en el juego.
Prevención de lesiones
Las palas blandas son la opción ideal para aquellos jugadores que tengan lesiones en el brazo por dos motivos:
- Su tacto blando permite una mayor absorción de las vibraciones, evitando así que lleguen vibraciones a nuestro brazo.
- Como comentamos anteriormente, las palas con tacto blando tienen una mayor salida de bola que las palas con tacto duro, por lo que nuestro brazo no se verá tan exigido para devolver la bola, ayudando a la prevención de lesiones.
Éstas son las principales diferencias entre una para blanda y una pala dura. Si tenéis cualquier duda, no dudéis en dejarnos un comentario.