El 29 de septiembre, es el dia mundial del corazón, el músculo más importánte de nuestro cuerpo.
Por ello, desde esta web dedidaca especialmente a l@s padeler@s amateurs, queremos dar una pincelada a los beneficios que aporta éste gran deporte a nuestro corazón y algunas pautas para hacerlo mejor.
Como bien sabéis, el pádel se trata de un deporte aeróbico y los médicos aconsejan el ejercicio aeróbico por ser una buena forma de fortalecer el corazón, ya que eleva la frecuencia cardíaca, el oxígeno es utilizado como combustible y nuestro organismo lo aprovecha de manera más eficiente. Vaya, que estamos entrenando nuesto corazoncito. Evidentemente, la práctica deportiva la debemos realizar a un ritmo adecuado a nosotros, es decir, a un ritmo moderado.
Para conocer cúal es nuestra frecuencia cardíaca máxima (aproximada), debemos restar nuestra edad al valor 220. A partir del resultado, podemos saber si el esfuerzo que estamos realizando está dentro de lo moderado, o bien nos estamos acercando al exceso, o por el contrario, no estamos rindiendo demasiado en la pista. Aqui dejamos la tabla para conocer la intesdidad de nuestro efuerzo:
- Ejercicio de intensidad moderada-> Frecuencia cardíaca ideal debe estar entre el 50% y 70% de la frecuencia cardíaca máxima.
- Ejercicio de alta intensidad -> La frecuencia cardíaca debe ser entre el 70% y el 85% de su frecuencia cardíaca máxima.
Si en alguna ocasión realizamos un esfuerzo demasiado elevado, y detectamos que se nos disparan las pulsaciones, y queremos disminuir la frecuencia cardíaca rápidamente, una buena opción es realizar un ejercicio de respiración para disminuir esa elevada frecuencia cardíaca, en una posición cómoda, preferiblemente sentada o recostada sobre la espalda, cerrar los ojos y respirar profundamente por la nariz, lentamente, y tratando de llenar al máximo la capacidad de los pulmones, exhalando por la nariz a un ritmo regular y lento.
Si además de practicar el pádel, durante la semana hacemos alguna sesión de ejercicio anaeróbico, mejoraremos nuestra musculatura y forma física, y por ello también nuestro corazón (siempre hablamos de ejercicio moderado).
El ejerccico anaeróbico es aquel en el que realizamos sesiones de alta intensidad (a nuestro nivel) como ejercicios con pesas, series de correr cortas a gran velocidad, hacer abdominales u otros ejercicios que requiera un alto esfuerzo en un periodo corto de tiempo. Con ello, los músculos ganan un mayor rendimiento port lo que se adquiere potencia y masa muscular, fortalece el sistema musculoesquelético y hace trabajar al corazón y también al sistema circulatorio, incrementando la cantidad de oxígeno a consumir durante la realización del ejercicio y, consecuentemente mejora el estado cardiorrespiratorio.
En resumidas cuentas, realizar ejercicio combinando el aeróbico y anaeróbico y teneiendo en cuenta y adaptando el esfuerzo a nuestro estado físico es una buena manera de entrenar y cuidar nuestro corazón, siempre acompañado de una buena dieta alimentária (pero de eso ya hablaremos otro día).